Intervencionismo ante la crisis

En base al texto de Jacques Ginesta, profesor titular de Ciencia Política del Universitario de Punta del Este, hemos llegado a la conclusión de que si bien Estados Unidos se ha visto gravemente afectado por la crisis, resulta impensable imaginar que este país llegue a perder su preponderancia a nivel mundial. Esto se debe a su gran mercado interno, a los más altos índices de competitividad, productividad e innovación tecnológica y a una relativamente menor tasa de desempleo, lo que le facilitará enfrentar de mejor manera los nuevos desafíos de esta crisis. Asimismo, es muy probable que gracias a su nuevo gobierno demócrata, Estados Unidos aplique una política más proteccionista de los intereses de la empresa y el trabajo nacional, lo que fortalecerá su economía, perjudicando, como es de costumbre, a los países en vías de desarrollo.

Sin embargo, dado a su desprestigio internacional, podría ser posible que el Estado norteamericano disminuya significativamente su política intervencionista y busque soluciones menos conflictivas, para mantener su hegemonía mundial.

Por otro lado, la Unión Europea, para enfrentar las consecuencias de la crisis, deberá tener una mayor organización financiera y unificar su política internacional. Esto seria crucial para reducir la hegemonía de Estados Unidos y así conseguir una mayor multilateralidad en las relaciones internacionales. Lo que a diferencia del líder del capitalismo, permitiría a los países emergentes una mayor participación política y económica.

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